Serbia

Era el día más frío de toda mi vida, no paraba de nevar,  me subo a un mega tren de la antigua Yugoslavia, para ir a Belgrado.

En el transcurso del viaje todo fué tranquilo hasta llegar a la frontera serbocroata...

Era un paisaje desolador,  un ambiente de postguerra se respiraba en el ambiente, y sube un policía fronterizo Serbio, y me pregunta que porque voy a su país, a lo que respondo turismo... Me sella el pasaporte, y después de que el tren pasará kilómetros de tierra de nadie entramos en Serbia.



En el tren conocí a una chica que era guapísima y la única que hablaba inglés en todo el vagón, iba con su madre que decía que no quería aprender inglés porque ella era Serbia y bien orgullosa de ser Serbia. La chica era un encanto, habló todo el rato conmigo.

Al llegar a Belgrado, por megafonía dicen algo en Serbia que obviamente no entendí, llevaba conmigo un plano con todo detallado para llegar de la estación al Hostel, cuando llego a la estación, estaba todo nevado hacía un frío terrible, y lo peor nada coincidía con el mapa que llevaba.

Me dispuse a pedir ayuda, y nadie lo hacía,  se lo pedí a una señora no me hizo caso, a un señor que paseaba con un niño y tampoco, hasta que apareció una chica rubia muy guapa que si me dió su ayuda, me indicó que cuando está nevando en Belgrado por seguridad, el tren no entra en la ciudad sino que se queda en las afueras, que es lo que debió decir por megafonía...

Tomo un taxi que sabia que me pediría dinero de más, me llega al edificio de mi Hostel, llamo a la puerta y nadie contesta, paro a una chica joven que estaba paseando, y le pedí ayuda llamó al Hostel bajó un chico muy raro y me dijo que mi Hostel hacía meses que cerró, que el había cogido el traspaso, y tenía una cama libre, la cogí.

Me cobró 80€ por la cama ya que se equivocó en el cambio, obviamente me devolvió el dinero, y tras resolver este problema me da un mapa de la ciudad, el cual apoyo en la mesa y veo como se vuelve transparente de la grasa de mierda que tenía la mesa.

Tras tirar el asqueroso y grasiento mapa, me percato de que un grupo de árabes trapichean y venden cosillas en el Hostel.

Tras ver la ciudad nevada y con mucho frío vuelvo al Hostel, donde duermo con 4 árabes, uno roncando como si no hubiera un mañana, otro tirándose toda la noche pedos, y a lo que me percato que el Hostel que había reservado no había cerrado se había mudado unos bloques hacia la derecha de donde estaba antes y ponía la antigua dirección del lugar, el señor de la recepción me había estafado.

Tras pasar esa horrible noche sigo viendo Belgrado, a lo que un coche pasa rápido por mi lado y me vierte un kilo de barro encima, tomó la decisión de marcharme del lugar un taxista me lleva a la estación, y me estafa en el precio, saco el primer billete de tren a Zagreb y decido abandonar Belgrado, tras ser engañado por todo el mundo.

Como conclusión de este viaje me quedo con que Belgrado son las ruinas de un pasado maravilloso, y una actual y estancada post-guerra, si vais aseguraros de no ser estafados por todo el mundo.

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