Lituania

 Acabo de aterrizar en Kaunas, tras despedirme del azafato que me trató como si fuéramos amigos de toda la vida, y me dispongo a ver la ciudad.

Kaunas fue una ciudad bonita a la cual no le presté mucha atención, ya que yo solo pensaba en llegar a Vilnius, para reencontrarme con Domynika.

Tras dejar Kaunas que acorte mi estancia para llegar a mi objetivo Vilnius, tras coger un autobús soviético y dejarme los riñones por el camino llego a mi ansiado destino.

Tras andar un poco perdido y preguntar a todos los ciudadanos que me indicaran donde llegar y yo no entender nada , milagrosamente encuentro la puerta del Hostel Gate el hostel donde pasaría mis días en Vilnius , me recibe Daniel ( un inglés muy majo y bastante moderno) me dice que es el dueño del hostel y le pregunto como lo hizo ya que tenía mi edad y yo soñaba con lo mismo, con tener mi propio hostel, me dijo que para tener un hostel no hacía falta dinero sino tener cabeza y saber aprovechar el momento.

Me muestra las instalaciones y me lleva a mi habitación, con la sorpresa que mi cama no tenía sábanas, se lo comento y me dice que sin problemas me da unas sábanas , las cuales son más pequeñas que mi cama con lo cual solo cubría medio polvoroso y sucio colchón.

Saco de mi mochila una postal que compré en Croacia bastante tiempo atrás y le escribo una dedicatoria a Dominyka y se la firmo, ( la cual empezaba "desde Badajoz hasta Vilnius, pasando por Croacia", ( sería buen título para una película de Almodóvar).

Tras escribís la postal me vuelvo a encontrar con Daniel y me dice que si quiero trabajar con él, que le gustaba mi presencia ( no entendí en qué sentido) , y le dije que lo agradecía pero mi viaje tenía un propósito llegas a recoger más de 4000 kilómetros contando desde Badajoz.

Salgo del hostel muerto de nervios, me reencontraba con la que fue mi salvavidas en Zagreb.

Cuando veo a Dominyka me sale gritarle lo que gritábamos borrachos en Zagreb, Lituaniiiiiaaaaaa!!!!! Y ella grito aaaaah!!! Un poco tímida, ya que estábamos en su ciudad.

Me enseña toda la ciudad, le regalo la postal y bebemos cerveza por todos los bares que se cruzan por nuestro camino.

Me encantó Vilnius es una ciudad que se respira aires de cambios, después de un gris pasado, fuimos a un pequeño barrio que es alternativo llamado República de  uzupis, un barrio maravilloso con su propia constitución, fue verlo y pensé yo viviría aquí, fumandome un cigarro en el desayuno que me sirvieran en cualquiera de esas cafeterías llenas de artistas.

Pasamos todo el día juntos nos pusimos al día, fue admirable que me contara que con tan solo 19 años se recorriera sola Europa fue una inspiración para mí , y lo sería para más personas.

Al llegar al hostel y amanecer durmiendo en la mitad de la cama que cubría la diminuta sabana, para no tocar la parte sucia y contagiarme de Ebola, Malaria, fiebre amarilla.... 

Solo amanecí pensando necesito otra cama u otra sábana, mi espalda solo sabía crujir.

Al llegar a la recepción me dice Daniel que puedo usar el jacuzzi gratis, yo con toda la ilusión de poder pasar unos chorros de agua caliente por mi espalda reventada , me hacía imaginarme que estaría en el cielo por un breve instante, pero al llegar al jacuzzi me encuentro una grata sorpresa, el jacuzzi tenía mierda de la edad antigua incrustada por todos lados, eso no se limpiaba desde la era soviética.

Con todo mi disgusto me visto y decido irme, pero bueno por 7€ la noche no podía pedir más.

Al hacer el check out , me insiste Daniel en que me quede a trabajar con el, y yo pensaba cabronazo tú lo que quieres es que te limpie toda la mierda soviética que no te has dignado a limpiar tú! , pero con una sonrisa le dije tranquilo me lo pensaré y ya te daré una respuesta,  a lo que me dió su número de teléfono.

Spoiler: nunca le llamé jajajaja

En conclusión Vilnius me encantó, era una ciudad no muy bonita pero con un encanto personal que merece la pena conocer.

Nunca más volví a ver a Domynika.