Eslovaquia

Tras la diversida aventura en Budapest, los 3 nos dirigimos a Bratislava, nuestra llegada a la capital Eslovaca fue un poco chocante.

Después de ver la increíble y mágica Budapest, ver Bratislava, dejala mal sabor de boca, ya que es una pequeña capital que se puede ver en horas.

Dimos un agradable paseo por cada una de las calles de la ciudad, durante uno de esos paseos me quedé atrapado en una de sus calles, ya que captó mi atención un artista callejero que tenía una voz que atrapaba a cualquier persona que circulará por esa calle, mientras a mi se me caía la baba con  Peter Juhas (nombre del artista), Marta y Blanca no paraban de comentar lo bueno que estaba el turista que estaba a nuestro lado y le hacían fotos (la verdad que el chaval tenía un buen meneo).



Tras estar una hora viendo a Peter Juhas, y Marta y Blanca babear con el turista, nos fuimos a un restaurante en el cual sucedió el segundo conflicto internacional del cual yo fuí protagonista... Sucedió lo siguiente pedimos los platos de un menú que había en oferta, yo pedí un solomillo al queso azul, y Marta y Blanca dos filetes a la plancha, pues la camarera trajo los 3 filetes a la plancha, y se olvidó de mi solomillo al queso,  se lo comenté educadamente, y ella muy Soviética se dió la vuelta me tiró la Carta en la mesa de mala forma y me dijo mal humorada que yo había pedido un filete a la plancha, después de minutos de tensión me cambia el plato, y se tiró todo el rato mirándome con cara de asco, decido como no ir al baño que era muy poco frecuente (nótese mi ironía) que me estaba meando, salgo del baño y suelto que mal he apuntado me he salido del retrete, le había meado todo el baño aposta, me quedé a gusto que tía más soviética cojones jajaja....

La visita por la ciudad finalizó admirando las vistas del Castillo de Bratislava, y con un mal sabor de boca de lo poco que sabe Bratislava al lado de Budapest.


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